Con una cámara al hombro y una idea en la cabeza

Al principio esto suena como soltó Glauber Rocha cuándo agitaba entre el público y gritaba sin cesar palabras, unas detrás de otras, sobre la nueva ideología que se formaba con el Cinema Novo. En este caso, no estoy hablando sobre un cine tercermundista, sin embargo, sí hablo de hacer cine con unas duras limitaciones determinadas, o desde mi humilde caso, de poder a realizar un proyecto teniendo en cuenta la predisposición, el dinero, y la gente con la que se cuente… esto de “el aquí y el ahora”.

Siempre, cuando resulta ser que eres nuevo, un casi postvirgen del hacer “cositas audiovisuales”, siempre cuando te enfrentas a un nuevo reto surgen inevitablemente este tipo de dificultades. ¿Qué, qué quieres hacer un corto? Bueno, muy sencillo, ¿tienes dinero? No, no mucho. ¿tienes un equipo técnico? No, la gente que conozco, los colegas están demasiado lejos ahora de la ciudad. Bueno, bueno, ¿tendrás actores, no? Esteee… la gente con la que vivo no parecen tímidos… En definitiva: “con una cámara al hombro y una idea en la cabeza”.

Partes con una idea, una idea que al fin y al acabo se ha recreado y ha tomado forma tomando en cuenta desde su génesis, las limitaciones técnicas y las de equipo. Sabes que puedes esperar. Esperar a tener un equipo técnico razonable, y que con los meses llegues a encontrar un buen o buena actriz; pero necesitas contar algo, vomitar una historia (bella metáfora sobre la creación), porque día y noche piensas “no pierdo nada en hacerlo, además, andamos en verano”.

Al final, sabes que puede funcionar correctamente si avisas previamente que la manera cutre en que se ha hecho está justificada por el objetivo artístico que acompaña a la historia (ajam, ajam!). Una experiencia previa se ha dado con la humilde pieza “La cita de Leonardo”, hecha con la gente de clase de la universidad. ¿Cómo querer hacer algo decente cuando las circunstancias son indecentes?, y como bien dice el dicho “querer es poder”, ¿Cómo coño lo puede hacer?... que sí coño, confía, con una cámara al hombro y una buena idea en la cabeza.